Raquel Ramírez de Arellano presenta La cesta del lobo FCPJH

Un poemario agitado que se convierte en un artefacto de ingeniería social y personal. 

Las palabras se transforman en bisagras de reflexión e inflexión, abriendo un espacio para el ardor rebelde y los cantos llenos de razón poética.

En palabras de Eloy Rubio Carro, "La cesta del lobo podría ser cualquier cosa, incluso un poema; un poema dentro de un poema incluso podría que fuese. Pero lo que sí será, en cualquier lectura que se hiciera del libro es una discusión sobre el ser del poema".

Desobediencia y cotidianidad se enlazan en este libro compuesto por un extenso poema que lleva por título el propio título del libro, al que acompañan otros textos que se integran en forma de dispositivo lírico ofreciendo una especie de collage, una especie de mecanismo onírico, ese lugar donde se supone que se fragua ese mundo en el que habita Raquel Ramírez de Arellano, un mundo en el que reina el desafío lingüístico, la metáfora y la elipsis.

Maite Martí Vallejo afirma que en La cesta del lobo hallaremos "activismo, revolución, amor, amistad y fe. A lo beat. Loba. El texto de Diane di Prima […] La loba. Representa a la Madre Tierra que deambula recolectando huesos. Cuando logra reunirlos, canta para resucitar al lobo. Cuanto más alto y más tiempo canta, más fuerte se vuelve el lobo, que finalmente corre hacia el horizonte. Aunque desde el ángulo adecuado puede verse que en realidad se trata de una mujer que ríe a carcajadas. La roja resistencia".

Y así es, la resistencia, el desacato a la norma, la indisciplina contra la costumbre, invaden las páginas del libro y mecen el discurso como una sublevación misma del acto poético.

Como sostiene Juan Carlos Mestre, asistimos a una poesía "que abandona el surco de lo previsible, que desordena los espacios, que incumple el encargo dócil de la contemplación y que se niega a aceptar la sacralidad evangélica de lo sentimental".